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El autor, Padre Daniel Gagnon
Daniel Gagnon

Los católicos damos el título “padre” a los sacerdotes. Esto molesta a los hermanos separados[1] porque dicen que la Biblia siempre prohíbe tal cosa. Ellos citan a Mateo 23,9-10 donde Jesús dice: “no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos. Ni seáis llamados maestros…”[2]

El problema es no leer el contexto de Mateo 23. La Iglesia católica sabe distinguir entre el buen y el mal uso de este título. La clave es Mateo 23, 12: el que se enaltece será humillado.

Al leer el contexto vemos que el asunto no es el título en sí, sino la actitud con qué se utiliza. Si llamar al sacerdote “padre” le hace a él tornarse orgulloso, es malo; pero si no, entonces no lo es. En varios lugares del NT los Apóstoles otorgaron títulos honoríficos a ciertas personas: excelentísimo Teófilo (Lucas 1, 3), excelentísimo Festo (Hechos 26, 25) porque no había peligro de caer en el orgullo.

Isaac nuestro padre (Romanos 9, 10). En el Antiguo Testamento vemos que Dios llama “padre” a los antepasados de Moisés (Exodo 3, 15; ver Deuteronomio 4, 37) Elíseo llamó a Elías su “padre” espiritual (2 Reyes 2, 12 y 6, 21). De hecho fue Jesús quien nos dio el ejemplo de llamar a una persona “padre” en Lucas 16, 24, cuando narró la parábola de Lázaro y el rico, llamándole a Abraham así. Igual en Juan (8, 56) que dice: Abraham vuestro padre…. Esta vez no es una parábola. Santiago llama a Abraham vuestro padre en su Epístola (Santiago 2, 21)

¿Será que Esteban, el primer mártir por causa de Jesús, contradijo la palabra del Señor al llamar a Abraham padre (Hechos 6, 15 – 7, 2. Ver Romanos 4, 16)? ¿O será que Esteban como un cristiano maduro, supo distinguir entre el bien y el mal uso del título? También él llamó a los sacerdotes judíos sentados en concilio “padres”: Varones hermanos y padres, como lo hizo Pablo en Hechos 22, 1.

Pablo se llama a sí mismo “padre de Timoteo” indirectamente en llamar a Timoteo su hijo (1 Timoteo 1, 2). Se denominó “padre” de los Corintios también: “Yo os engendré.” (1 Corintios 4, 15) De hecho, la palabra griega aquí es pateras de donde deriva “pater” (padre en latín). Ver Filemoón 2, 22 y 1 Tesalonicenses 2, 11).

El Apóstol Pedro en referencia a Marcos hizo lo mismo en su primera carta (1 Pedro 5, 13). En la carta de Timoteo, al hablar Pablo de cómo tratar a los ancianos (sacerdotes) de la Iglesia dice: No reprendas al anciano, sino exhórtale como a padre; a los más jóvenes, como a hermanos (1 Timoteo 5, 1). Si los evangélicos no tienen problemas en la segunda parte de esta exhortación de Pablo a los jóvenes como a hermanos, que implica llamarles así, ¿por qué el trato a los ancianos no implicaría llamarles padre en igual manera? No tiene sentido exhortarles como a padre, si no lo era.

Pablo llamó a los primeros cristianos padres en su primera carta a Timoteo (1 Timoteo 5, 4), igual el Apóstol Juan en la suya (1 Juan 2, 13-14). Si tomamos al pie de la letra las palabras de Jesús en no llamar a nadie en la tierra padre, no podríamos decirlo a un padre de familia tampoco, como lo hicieron estos Apóstoles.

Terminamos nuestra investigación bíblica resaltando del AT un texto que demuestra el vínculo entre ser sacerdote y ser padre: “Había un joven de Belén de la tribu de Judá, el cual era levita, y forastero allí. Este hombre partió de la ciudad de Belén de Judá para ir a vivir donde pudiera encontrar lugar; y llegando en su camino al monte de Efraín, vino a casa de Micaía. Y Micaía le dijo: ¿De dónde vienes? Y el levita le respondió: Soy de Belén de Judá, y voy a vivir donde pueda encontrar lugar. Entonces Micaía le dijo: Quédate en mi casa, y serás para mí PADRE y sacerdote.” (Jueces 17, 7-10). En este texto la Palabra de Dios nos enseña claramente la conexión entre padre y sacerdote. Un sacerdote es padre espiritual. “Vente con nosotros, para que seas nuestro padre y sacerdote.” (Jueces 18, 19).

“Pues aunque ustedes tengan diez mil tutores en Cristo, ciertamente no [tienen] muchos padres; porque en Cristo Jesús yo he llegado a ser padre de ustedes mediante las buenas nuevas.” (1 Corintios 4,15 Biblia TNM, 1987)

Tomado del libro No todo el que dice Señor, Señor.

 

 


[1] Una de las congregaciones más encarnizadas desde sus comienzos con este tipo de ataque, es la “iglesia de la luz del mundo”, pero en ellos llaman a su líder Samuel Joaquín Flores “padre.” Citamos: “Un padre es aquel que educa, que forma, que protege, que sostiene. Hermano Samuel, Usted ha hecho no solo esto, sino mucho más, por eso es nuestro padre, nuestro padre en la fe.”

[2] Además, como vemos, Jesús también dice no llamar a nadie «maestro» pero vemos que la misma Biblia llama «maestros» a ciertas personas (Mateo 10, 24; 1 Timoteo 2, 7; Juan 3, 10; Hechos 5, 12). ¡Hasta él los «constituyó»! Ver Efesios 4, 11. El Título «doctor» tiene su origen en la palabra «maestro» y ciertamente muchos hermanos llevan este título.