Carlos Caso-Rosendi
La semana pasada tuve una larga conversación con un joven fiscal que me devolvió un poco la fe en el futuro. Me contaba este joven, a quien llamaremos Miguel Angel, que es mucho el tiempo que hay que invertir para atrapar a un estafador de manera que el tipo quede “pegado” y no lo pueda sacar de la cárcel alguna artimaña legal. “Toma tiempo y uno debe ser prolijo en dar los pasos necesarios ni un minuto antes, ni un minuto después” me decía muy serio. En estos días los delincuentes actúan mimetizados de gente decente y hasta acusan y enjuician a personas inocentes, tratando de utilizar la justicia como una herramienta para sus propios fines delictivos. “Esa es una de las formas más estúpidas de estafar pues, con el tiempo, el mismo proceso que el estafador falsea para lograr sus fines se vuelve la prueba final de su delito. Hay más de uno en la cárcel por haber querido pasarse de listo con un juez o un fiscal” me dice Miguel Angel sonriendo y agrega: “Tenemos uno en la mira ahora, a quien hemos estado siguiendo por más de seis meses con la ayuda de los jueces intervinientes, lo hemos dejado hacer y tal como suponíamos, su ambición criminal lo ha llevado a cometer más y más errores… el lunes lo vamos a buscar, comenzó con una simple apropiación indebida y ahora tiene acumulada una docena de delitos que lo van a mantener en la cárcel por lo menos por un decenio. El problema es que si lo deteníamos al primer indicio, el tipo salía libre al poco tiempo. Ahora que ha acumulado faltas, todo lo que ha hecho se convierte en agravantes que nos permiten sacarlo de circulación.”
Seguí charlando con Miguel Angel y reconozco que me ha servido de educación en los vericuetos del sistema penal. A primera vista parece una cosa lenta y engorrosa pero detrás de todo eso hay mucha gente trabajando para poner a la sombra a aquellos que bien se lo merecen. Los fiscales trabajan con ahínco y una paciencia admirable. Miguel Angel cierra la charla y me aclara: “Hay mucho para hacer, muchas cosas que pueden ser simplificadas y analizadas. Pero aún con sistemas anticuados recordemos que hemos tenido un enorme aumento del crimen organizado en el mundo entero y ese nuevo desafío ha puesto de manifiesto la capacidad de la gente dedicada y honesta que todavía es mayoría en el sistema judicial.”
Que así sea Miguel Angel y que Dios te guíe y proteja siempre tu vida y tu trabajo.