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Carlos Caso-Rosendi

La conocida estación de cable norteamericana HGTV planeaba presentar una nueva serie titulada Flip it Forward, preparada para el otoño boreal de 2014. Las estrellas del futuro programa iban a ser los mellizos David y Jason Benham. Los hermanos venían renovando casas viejas para la venta ya por más de diez años cuando decidieron ayudar a algunas familias a obtener un hogar adecuado para sus necesidades. Me pareció una idea brillante para un gran programa de televisión: caridad pegadiza, una forma de promover los mejores valores en la sociedad y hacerlos atraer la atención de la gente joven con un magnetismo tan fuerte como el de estos dos hermanos cristianos.

Así en ese programa los hermanos estaban dispuestos a encontrar una casa media venida abajo y a convertirla en un hermoso hogar para una familia necesitada. Pero no pudo ser. A principios de mayo el canal HGTV canceló el programa como consecuencia del informe de una organización activista de extrema izquierda que declaró a los Benham “extremistas anti-gay y anti-aborto.”

A las pocas horas los valientes mellizos declararon públicamente:

“Nuestro primer y último pensamiento del día es: ¿Hemos hecho brillar la luz de Cristo hoy? Nuestra fe es la vocación fundamental de nuestras vidas y parte central de lo que somos. Como cristianos estamos llamados a amar a nuestro prójimo. Cualquiera que sugiera que odiamos a los homosexuales o a la gente de otras confesiones está severamente mal informado o está mintiendo. En esta última década hemos vendido miles de hogares y nos hemos guiado por el principio de producir algo valioso y que le dé vida a cada familia que hemos encontrado en nuestro camino. No discriminamos, ni nunca discriminaremos a nadie porque no comparta nuestros puntos de vista.”

“Nos entristece enterarnos de la decisión de HGTV. Con todas las cosas groseras que se ven en la televisión hoy día, uno pudiera pensar que hay lugar para dos mellizos que son fieles a sus familias, que están comprometidos a vivir de acuerdo con principios bíblicos y son profesionales dedicados. Si nuestra fe nos cuesta un programa de televisión, pues entonces que así sea.

Los muchachos dieron su honesta opinión sobre el homomonio y perdieron su programa de televisión. Eventualmente un conglomerado bancario del sur de los Estados Unidos los quitó de sus listas de empresas inmobiliarias. La reacción de la comunidad evangélica protestante fue silenciosa, rápida … y masiva. Ese domingo escucharon los sermones y para el lunes cerraron sus cuentas de banco. Muy pronto el gran banco halló (por un doloroso proceso) cuánto más amaban la libertad de expresión por sobre el matrimonio homosexual. Los hermanos fueron reincorporados a la lista de bienes raíces pero no creo que esas cuentas de banco evangélicas se vuelvan a abrir con tanta presteza.

Siento ganas de unirme a la iglesia evangélica más cercana solamente por eso. Más aún cuando considero que uno de nuestros cardenales ha diseñado una ya famosa misa (la minúscula inicial es adrede) “inclusiva” sin Consagración, para que “todos puedan asistir” y gozar del espectáculo de ver nada en absoluto. En esta falsa versión de Emaús lo dejan a Jesús fuera de la posada ¡Han escondido a Nuestro Señor y no sabemos dónde lo han puesto!

Vean que por el contrario estos evangélicos han puesto a Cristo donde todos puedan verlo. Nosotros los católicos debiéramos hacer lo mismo. Nuestra respuesta a la maldad oficial debiera ser rápida y masiva. ¿Qué pasa si no vamos más al cine? ¿Qué tal si nos olvidamos de pagar algún impuesto que fomenta la maldad o el crimen? ¿Y si comenzamos a declarar las Buenas Nuevas de Jesucristo en toda posible ocasión a toda hora? En verdad os digo: harán falta muchos, muchos policías para impedir que lo hagamos.

En mi caso tengo pensado tomar esto como una cosa personal. Pienso llevar la lucha a donde sea como lo hacen estos dos bravos hermanos hechos famosos por la televisión. Encuentro en ellos un ejemplo excelente. Son como San Leandro y San Isidoro de Sevilla, otros dos mellizos valientes que se plantaron por la verdad y comenzaron a construir la Cristiandad cuando el cadáver del Imperio Romano estaba todavía tibio.

Ya estoy en muchas listas negras católicas y de las otras y me llueven los juicios y otras acciones legales mientras muchos se hacen los distraídos —ya Cristo se hará el distraído con ellos en un Juicio mucho más importante— Si me trae más sufrimientos hacer brillar la luz de Cristo, que así sea. Gracias, hermanos Benham, por ese gran lema que ahora hago propio y por su pura y cristiana inspiración. Dios les bendiga y guarde, hermanos.

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