Carlos Caso-Rosendi
Encontré un fragmento del libro Family and Civilization un estudio publicado originalmente en 1947 por el sociólogo e historiador Carle Zimmerman de la afamada universidad de Harvard. “Los niños son la base fundamental que tiene la sociedad para fomentar la existencia de familias. El deterioro de la familia es también el deterioro de la sociedad como sistema biológico de reproducción. Consecuentemente esas sociedades en las que la familia ha se ha deteriorado son precisamente las que más rápidamente se degradan. El deterioro de la familia llega a ser la causa fundamental o el agente catalizador que avanza el correspondiente deterioro de la sociedad. Esto es lo que sucedió en las antiguas Grecia y Roma en sus últimos períodos y es exactamente lo que está sucediendo en nuestra sociedad occidental hoy. No hay objeción posible ni manera de disimular este hecho”.[1] Las razones o síntomas a los que apunta el doctor Zimmerman son: disminución pronunciada de la reproducción, aumento también pronunciado de los divorcios, y una “creciente aceptación de formas pervertidas de comportamiento sexual.”
Pienso en estas cosas a medida que recibo respuestas de supuestos católicos de inmaculada ortodoxia que cuestionan mis felicitaciones al presidente de Rusia, Vladimir Putin y al Patriarca ortodoxo ruso Kirill por sus exitosos esfuerzos políticos conjuntos para reactivar la moral y la familia tradicional en Rusia. No ignoro que el presidente Putin fuera el jefe de la temida KGB en tiempos de la Unión Soviética. Tampoco conozco el grado en que Putin, el hombre, se pueda haber convertido a los principios cristianos. Solo observo algunos hechos específicos, que hoy en Rusia hay una tendencia pro-familia y pro-vida que ya ha desaparecido en las fuerzas políticas de Occidente, este último ya completamente sometido a las fuerzas hostiles a la vida y la familia.
EL viejo proverbio castellano que rezaba “si en barbas de tu vecino ves los piojos, pon las tuyas en remojo” puede venir en nuestra ayuda ahora. La Unión Soviética colapsó ignominiosamente y estoy seguro que un hombre inteligente y observador como Putin no dejó escapar el hecho de que el antiguo orden soviético fomentó directamente todo lo que fuera promiscuidad sexual, alcoholismo, divorcio, aborto, esterilización, y otras prácticas inhumanas que gradualmente hundieron a la población rusa en una tendencia acelerada hacia la desaparición. Esa tendencia parece estar frenándose ahora con la vuelta a la familia y a la tradición cristiana fomentada por el estado con nuevas leyes que promueven la formación de familias numerosas y la eliminación de estilos de vida estériles que ahora son legalmente definidos como factores indeseables para la sociedad.
En el segundo misterio de Fátima, Nuestra Señora mostró a los pastorcillos una visión del infierno y les dijo algo que debemos leer ahora con mucha atención y meditarlo en profundidad:
Habéis visto el infierno donde las almas de los pobres pecadores van. Para salvarlos, Dios desea establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. Si hacéis lo que os digo, muchas almas se salvarán y habrá la paz. La guerra terminará: pero si las personas no dejan de ofender a Dios, una guerra peor estallará durante el Papado de Pío XI. Cuando veais la noche iluminada por una luz desconocida, sabed que esto es el gran signo que os da Dios que él está a punto de castigar al mundo por sus crímenes, por medio de la guerra, el hambre, y las persecuciones de la Iglesia y del santo Padre. Para prevenir esto, yo vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón, y a la Comunión de reparación en los Primeros sábados. Si hacéis caso a mis pedidos, Rusia se convertirá, y habrá la paz; si no, ella esparcirá sus errores a través del mundo, causando guerras y persecuciones de la Iglesia. Los justos serán martirizados y el santo Padre tendrá que sufrir mucho; varias naciones serán aniquiladas. Pero al final, mi Inmaculado Corazón triunfará. El santo Padre consagrará Rusia a mi Inmaculado Corazón. Rusia será convertida, y un período de paz le será otorgado al mundo.
Esta advertencia fue dada en 1917 ¿Quién pudiera negar hoy que lo que Nuestra Señora profetizó no se realizó en detalle? Rusia esparció el ideario comunista por el mundo y en especial los errores anti-vida de la Revolución de Octubre, que el Presidente Putin está tratando de corregir ¡son ahora los errores que Occidente trata de promover! Nosotros hemos visto con nuestros propios ojos lo que pasó en Rusia en las siete décadas de dominación soviética ¿es que nuestros gobiernos han perdido el juicio y pretenden adoptar los mismos principios que defenestraron a la Unión Soviética? ¿O es que esos principios de probada y mortífera efectividad son ahora aplicados a Occidente por oscuros grupos de poder con toda la intención de borrarnos del mapa? ¿Qué razón tenemos para dar fuerza de ley a las medidas destructivas que llevaron al fracaso a la poderosa Unión Soviética?
Creo que la respuesta nos la da Cristo mismo cuando fustiga a los que sirven al demonio en nuestras sociedades: “Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.” Juan 8: 44. Con lo que concluimos que la mentira siempre se adelanta al asesinato. Quienes desean eliminar a nuestras sociedades primero siembran las enseñanzas venenosas y debilitantes que socavan los cimientos de las naciones; luego hacen fácil presa de los tontos que creyeron en sus ardides. Pareciera que algo está pasando en Rusia y que allí se aprendió con dolor la lección que Nuestra Señora quiso darnos con amor en Fátima.
Es hora de hacer Comunión de reparación y escuchar la voz de Nuestra Madre en todo, la que nos dice claramente que hagamos todo lo que su Hijo nos indica. Con el favor de Dios, este Papa argentino que tanto sufrimiento ha visto en su vida, consagrará Rusia al Inmaculado Corazón de María en forma exclusiva y en unión con todos los obispos del mundo, ruego que sea también en unión con los patriarcas rusos ¡Qué impresionante muestra de amor cristiano sería esa! Que 2014 nos traiga, si es así la voluntad de Dios, esa sorprendente bendición que dará vuelta el timón y volverá a las naciones al rumbo perdido ya por tantos años.
Nuestra Señora de Fátima, ¡ruega por nosotros!